sábado, 1 de junio de 2013

AUTONOMÍA Y BIENESTAR EN EL ÁMBITO LABORAL

La autonomía y el bienestar son más fáciles definirlos como conceptos, que llevarlos a la práctica debido a su complejidad. Es un dilema ético que encontramos en profesiones como: médicos, profesores, trabajadores sociales, etc.
Estos dos conceptos se pueden definir de la siguiente manera:
La autonomía es la condición de un individuo de no depender de nadie.
El bienestar es el estado en el que se hace sensible el buen funcionamiento de la actividad somática y psíquica.

Algunos ejemplos según profesiones en las que se pueden encontrar un conflicto ético son los siguientes:
En las profesiones sanitarias son temas controvertidos como: el aborto y la eutanasia. En este ámbito prevalece el deber de curar al enfermo sobre el deber de respetar sus decisiones.

En el ámbito escolar cuando un alumno voluntariamente deja los estudios. El profesor puede no decirle nada, no puede obligarle a que continúe, ya que es su decisión, pero es importante que le aconseje y explique distintas alternativas para que luego él elija la que mejor le convezca.

En el campo de los Servicios Sociales, los trabajadores sociales pueden tener casos en que en una pareja, uno de los dos le ha contado que tiene una enfermedad de transmisión sexual, pero el otro miembro de la pareja no es consciente de la enfermedad.
Otros casos pueden ser los de un usuario que consume drogas y una menor que esté embarazada y ambos se lo cuentan al profesional, sin embargo, sus padres no lo saben.

¿Qué haría el trabajador social en estos casos?
Por un lado, podría no decir nada ni a la pareja ni a los padres, ya que primaría el secreto de confidencialidad entre el trabajador y el usuario, y por tanto la autonomía de éstos al decir a quien contárselo.
Por el contario, el profesional se lo diría si para él lo fundamental fuera el bienestar de las personas, tanto de sus usuarios como de las personas de su entorno.

En muchas ocasiones trabajando se encuentran dilemas éticos en los que el profesional no sabe que hacer para solucionarlos, si que prevalezca la autonomía o el bienestar de la persona con la que trabaja. Habrá veces que será más una que la otra, su ética estará por delante o respetarán la de los demás.

Lo importante es intentar llevar un equilibrio entre autonomía y bienestar y no centrarse sólo en un punto de vista. El profesional tiene que reflexionar, sensibilizarse sobre el asunto y tomar una decisión  sensata y lo más satisfactoria para todos.



Bibliografía:
Salcedo Megales, Damián (1998). Autonomía y bienestar. La ética del Trabajo Social. Editorial Comares.



M ª Natividad Cabrero Sanz

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