AUTONOMÍA Y BIENESTAR EN EL ÁMBITO LABORAL
La autonomía y
el bienestar son más fáciles definirlos como conceptos, que llevarlos a la práctica
debido a su complejidad. Es un dilema ético que encontramos en profesiones
como: médicos, profesores, trabajadores sociales, etc.
Estos dos
conceptos se pueden definir de la siguiente manera:
La autonomía
es la condición de un individuo de no depender de nadie.
El bienestar
es el estado en el que se hace sensible el buen funcionamiento de la actividad
somática y psíquica.
Algunos
ejemplos según profesiones en las que se pueden encontrar un conflicto ético
son los siguientes:
En las
profesiones sanitarias son temas controvertidos como: el aborto y la eutanasia.
En este ámbito prevalece el deber de curar al enfermo sobre el deber de
respetar sus decisiones.
En el ámbito
escolar cuando un alumno voluntariamente deja los estudios. El profesor puede
no decirle nada, no puede obligarle a que continúe, ya que es su decisión, pero
es importante que le aconseje y explique distintas alternativas para que luego
él elija la que mejor le convezca.
En el campo de
los Servicios Sociales, los trabajadores sociales pueden tener casos en que en
una pareja, uno de los dos le ha contado que tiene una enfermedad de
transmisión sexual, pero el otro miembro de la pareja no es consciente de la
enfermedad.
Otros casos
pueden ser los de un usuario que consume drogas y una menor que esté embarazada
y ambos se lo cuentan al profesional, sin embargo, sus padres no lo saben.
¿Qué haría el
trabajador social en estos casos?
Por un lado,
podría no decir nada ni a la pareja ni a los padres, ya que primaría el secreto
de confidencialidad entre el trabajador y el usuario, y por tanto la autonomía
de éstos al decir a quien contárselo.
Por el
contario, el profesional se lo diría si para él lo fundamental fuera el
bienestar de las personas, tanto de sus usuarios como de las personas de su
entorno.
En muchas
ocasiones trabajando se encuentran dilemas éticos en los que el profesional no
sabe que hacer para solucionarlos, si que prevalezca la autonomía o el
bienestar de la persona con la que trabaja. Habrá veces que será más una que la
otra, su ética estará por delante o respetarán la de los demás.
Lo importante
es intentar llevar un equilibrio entre autonomía y bienestar y no centrarse
sólo en un punto de vista. El profesional tiene que reflexionar, sensibilizarse
sobre el asunto y tomar una decisión
sensata y lo más satisfactoria para todos.
Bibliografía:
Salcedo
Megales, Damián (1998). Autonomía y bienestar. La ética del Trabajo Social.
Editorial Comares.
M ª Natividad
Cabrero Sanz
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