miércoles, 5 de junio de 2013

Mi bienestar no es tu bienestar. El bienestar que busca la sociedad actual no es el bienestar absoluto.

Después de muchas clases y sobretodo muchos debates dirigidos a la autonomía y al bienestar en educación, sanidad, espiritualidad, justicia, deber moral, etc.
Yo quiero plantear una cuestión sin centrarme en ninguno de los temas que hemos tratado, sino dando un punto de vista general.

En mi opinión es necesario un punto medio, o más bien la mezcla de la autonomía y las pautas del bienestar social para alcanzar mi bienestar personal, pero con ello conseguiré el mío propio y ahí está el problema.

Cada uno individualmente tiene unas determinadas preferencias en cuanto a educación, sanidad, unas diferentes creencias políticas, religiosas, la certeza de que el país funcionaría mejor con un modelo económico o con otro modelo totalmente distinto, imponiendo limites legales, eliminándolos o dejando sólo los que nos interesen personalmente... el debate sería eterno, porque mi mundo ideal no será el mundo ideal de mi vecino, mi bienestar individual no coincidirá con el tuyo en su totalidad muy probablemente.

Desde mi punto de vista uno de los problemas que implica esta desigualdad es el tamaño del territorio a que se dirige y la cantidad de población, cuanto más grande es el grupo, más difícil es la igualdad dentro del mismo, por eso el mundo entero no está gobernado, ni dirigido ni tiene las mismas normas, ni la misma ideología, ni la misma cultura, etc, el mundo se divide en continentes, en países, como España que a si mismo se divide en comunidades autónomas, ciudades, pueblos... aunque estas divisiones tampoco hacen posible que toda la población esté conforme, pero si permite que en agrupaciones más pequeñas puedas elegir la representación que llevará a cabo dentro de sus posibilidades el bienestar idílico para ellos o actuará a favor de sus convicciones.

Para finalizar esta entrada me gustaría apuntar las diferencias que también existen a la hora de juzgar una acción, que puede ser negativa o positiva en función del fin, pudiendo ser un fin autónomo o un fin que busca el bienestar, por ejemplo, la violencia de forma autónoma buscando un beneficio individual está considerada como una acción negativa e injustificada, sin embargo si la violencia que se lleva a cabo por unos antidisturbios, busca el bienestar común en teoría es una buena y justificada acción.

Lo que he querido explicar con esta entrada es que todo lo que una persona ve de una determinada manera puede ser totalmente diferente para otra, que no existe una verdad absoluta y objetiva a la hora de valorar la autonomía y el bienestar.


Irene Gil Antona.

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