jueves, 7 de marzo de 2013

"EMPEZANDO POR EL PRINCIPIO"



El bienestar social incluye aquellas cosas que inciden de manera positiva en la calidad de vida. Esto puede ser un empleo digno, recursos económicos para satisfacer las necesidades, vivienda, acceso a la educación y a la salud, tiempo para el ocio. Se trata de un concepto subjetivo puesto que para unas personas es bueno algo y para otras puede no serlo. Sin embargo siempre estará unido a factores económicos objetivos, puesto que es el estado el que garantizara estos recursos para satisfacer ciertas necesidades "mínimas".

Es el Estado el que teóricamente tiene que
 promover el bienestar social entre todos sus ciudadanos mediante medidas y políticas que intentaran solventar las desigualdades que genera el mercado capitalista.  Y va a ser el trabajador el que lidie, día tras día con las consecuencias personales de estas desigualdades.

Atendiendo a la parte del concepto subjetivo es donde encontramos los mayores problemas los Trabajadores Sociales. Nos vamos a encontrar con muchos conflictos éticos, donde dudaremos sobre si seguir unos principios u otros. Para tener una guía la Asamblea del Consejo General del Trabajo Social celebrada en Madrid el 9 de junio de 2012 nos presenta el Nuevo Código  Deontológico de la Profesión de Trabajador/a Social. Esto no deja de ser una  herramienta útil para orientar la acción y la toma de decisiones, pero no es obligatorio seguirlo.  

Otro  problema clave que nos podemos encontrar es  promover la justicia social, y los intereses sociales  en relación con la sociedad en general (la Ley, normas, costumbres). Defendiendo el bienestar social tendríamos que desafiar la discriminación negativa, reconocer la diversidad, distribuir los recursos equitativamente, oponerse a las políticas y acciones injustas y trabajar en solidaridad. Pero sobre todo tenemos que mediar con los principios, valores y derechos individuales como son la autodeterminación, la participación, la libertad de elección etc.

Además nos queda un último conflicto que es el de los intereses de la institución contratante que pueden chocar con los intereses del sujeto y los intereses del profesional.

En consecuencia un trabajador social es el encargado del bienestar de los sujetos, así como de cumplir con la Ley y con el fin de las instituciones políticas. Las instituciones políticas buscan controlar y mantener a raya los conflictos y desigualdades surgidas por el mercado capitalista. Los usuarios buscan su bienestar individual sin tener en cuenta el bienestar social. Las instituciones de atención al ciudadano se rigen en función a sus propios fines. Todos estos objetivos pueden ser distintos por lo que se enfrentarán los derechos con las obligaciones o lo que es lo mismo el individualismo del usuario con el fomento del bienestar social por parte del Trabajador Social. 

Desde mi punto de vista la búsqueda del individualismo no fomenta el desarrollo de la sociedad. Vivimos en  en una sociedad que se rige por sobresalir, destacar,  ser mejor que el de al lado, tener más dinero, mas poder... Desde ese punto de vista es imposible un bien común, o un bienestar social común puesto que no estamos dispuestos a sacrificarnos por la sociedad en la que vivimos. Es tarea del trabajador social ayudar a las personas que soliciten nuestra ayuda, y en eso estoy totalmente de acuerdo. Pero se puede hacer respetando la individualidad  y a la vez avanzando en el bienestar. ¿O acaso no?

Esta cuestión es la que seguiré  a lo largo de las siguientes entradas tratando detenidamente algunos de estos conflictos a los que está expuesto el bienestar social y puntos a favor y en contra de fomentar una sociedad de bienestar y no declinarnos por un individualismo estático. Al final de este blog veremos hacia donde se decanta la balanza. 

Enlaces interesantes.
Código deontológico en la página del colegio oficial de trabajadores sociales de Madrid. : http://www.comtrabajosocial.com/index.asp?tp=1&pag=col&sub=ccod

Esther Gómez Martín